En nuestro estudio de diseño de interiores, abrazamos la filosofía minimalista para transformar espacios desafiantes en obras maestras de funcionalidad y estilo. Esta vez, nos enfrentamos a la tarea de reinventar una cocina pequeña, donde la simplicidad y la organización eran clave.

Nuestro enfoque se centró en lograr una apariencia impecable y en asegurarnos de que cada elemento tuviera su lugar designado. ¿El resultado? Una cocina que destila serenidad y elegancia.

Optamos por una combinación de melamina blanca y melamina en tonalidad madera. Esta elección se basó en la idea de evitar la saturación de madera en el espacio, permitiendo que la cocina se sienta más amplia y luminosa.

La melamina blanca, con su apariencia pulcra y minimalista, aporta una sensación de pureza y orden, mientras que la melamina en tonalidad madera agrega un toque cálido y acogedor sin abrumar visualmente.